A raíz de una charla con mi amiga Ann, que es una amiga querida, de esas que se preocupan y ocupan de uno (no pasan muchos días sin que reciba un mensaje de texto o un msn preguntándome como estoy) surgió el tema de nuestro tiempo: la autoestima. Conoce muchos pormenores de mi vida, de mi corazón, de mis proyectos, de mis sueños y es una gran compañía a la hora del té con torta brownie. Divagamos en especulaciones, a veces divertidas y sin sentido, muchas veces no termino de entenderla, pero esta amistad que resiste el paso de los años va creciendo y nutriendo nuestras almas. Es de eso de lo que te quería hablar, de nuestras almas. Y para ello, basándome en la última conversación con mi querida amiga: lo que sigue.
Buenas tardes señor… señor… ¿Mefistófeles?
No necesita ponerme nombre caballero, pero si gusta puede llamarme Rick, dijo el personaje con olor a azufre y fuego, elegantemente vestido y sin tridente.
Vea usted, yo venía a verlo de parte de una amiga, tal vez usted la recuerde, Ann. ¿La recuerda?
Rick, se rascó la cabeza como intentando recordar y al cabo de un momento dijo con una sonrisa, pero como no recordar a semejante belleza, si, si la recuerdo muy bien, ella vino a verme por un problema de corazón. Por cierto, ¿cómo está su corazón?
No del todo bien, pero creo que en franca mejoría…
¿No del todo bien? Interrumpió abrupto. ¿Cómo es posible?
Vea, ella al parecer no ha conseguido aun lo que andaba buscando, pero no ha bajado los brazos.
Voy a serle sincero, señor Humanista…
¿Pero usted sabe quién soy?
Por supuesto, se bien quién es usted, tenemos registros, incluso voy a confesarle que leo su blog.
¿Usted Rick lee mi blog? Nunca he visto un comentario suyo.
No señor humanista yo no comento en los blogs, eso se lo dejo a mis subalternos, yo simplemente me limito a leer algunos, no todos, se imaginará que la falta de tiempo nos afecta a todos. Pero a lo que iba con su amiga, la señorita Ann… ella vino a verme un día desesperada buscando un corazón, cuando firmamos el contrato le advertí, que tal vez la búsqueda era tan restringida que podría fallar al pedido. Por otra parte, ella realmente no necesitaba de mis servicios. Su amiga es un tanto caprichosa.
Ahora bien, dígame Humanista, que puedo hacer por usted?
Vea, yo ando buscando vender mi alma y me dijeron que usted se dedica a la compra de almas, así que bueno, a eso he venido. Nunca en mi vida había vendido un alma, así que le agradecería que me interiorice un poco sobre la cuestión.
¿Así que usted quiere poner su alma en venta? Jajajaja… ¿solamente el alma? ¿Está dispuesto a vender su cuerpo también?
Simplemente estoy interesado en vender el alma, el cuerpo por el momento lo utilizo.
Ya veo, dijo Rick encerrando un pensamiento en aquellos ojos pequeños que delataban alguna tramoya. Ha venido al lugar correcto, aquí compramos almas. Le advierto que la transacción queda exenta de reclamos posteriores, que cualquier litigio queda fuera de los tribunales ordinarios, aguárdeme que llamaré a mi secretaria para que nos vaya trayendo un modelo de contrato. ¿toma café?
No gracias, preferiría un vaso de agua.
Me tendrá que disculpar, solo tenemos café.
No se haga problema señor Rick, así estoy bien.
¿En cuánto está usted dispuesto a venderme su alma caballero?
Vea mi precio no es nada del otro mundo. Quiero ser el más bello de los hombres, el más inteligente y el más talentoso.
Rick se quedó pensando en silencio por unos momentos, tomo unas listas, una calculadora, volvió a buscar otras listas, tomó nuevamente la calculadora, entremedio preguntó por el modelo de alma que tenía y la cantidad de kilómetros y al cabo de un rato de calcular me dijo: mmm vea, este realmente no es el mejor momento para vender, los precios están en caída, el petróleo afecta todos los mercados, entre la guerra, las elecciones en Estados Unidos, los problemas con el campo en Argentina, la hambruna mundial y tanta falta de compromiso social que lo ha teñido todo, los precios están en picada. No le podemos pagar ese precio, ni siquiera nos podemos arrimar a lo que nos está pidiendo.
¿Y entonces que me puede dar por mi alma?
Por su alma… veamos, y volvió a sacar otro listado. Por su alma le podemos pagar… algún comentario genial de cuando en cuando, podríamos ponerlo en un paquete que incluya también algo de dinero, no mucho tampoco, pero algo de dinero al fin, ah eso si en dólares, nos manejamos en dólares, con eso podría hacerse una cirugía.
¿Sólo un comentario genial? Pero eso es muy poco, yo pensé que mi alma valía más, es una buena alma, esta colmada con buenos deseos, tiene pocas manchas (que seguramente con oxipower salen sin dificultad) soy único dueño, es una alma joya nunca taxi…
Como le digo señor Humanista, son tiempos malos para la venta de almas, son variables netamente económicas, no es que yo no quiera su alma, pero no nos podemos estirar a más.
¿y dónde quedó eso de los tres deseos? Usted solo me ofrece algún comentario genial de cuando en cuando y algo de dinero.
Se está confundiendo, el de los tres deseos era el genio de la lámpara. Incluso él, hoy en día tuvo que bajar la cantidad de deseos porque no le daban los costos, la guerra en medio oriente casi acaba con su negocio, le digo más, el genio ha tenido que solicitar un préstamo para poder seguir con el negocio.
Sinceramente yo pensé que una alma valía mucho más que eso, me parece que no me conviene.
Vea que aún queda la posibilidad de que me venda su alma con recuerdos. Los recuerdos pueden sumarle valor. ¿Trajo usted algún catálogo de recuerdos?
¿Catálogo? No, no, no tengo catálogo de recuerdos, no sé, no sabía que debía traer uno.
Claro, claro, dijo Rick, es la falta de experiencia, usted es inexperto en esto, no se haga problema. Vea, si usted quisiera vender su alma con sus recuerdos podríamos estar hablando de algo más cercano a lo que desea. Eso sí, nosotros compramos todos los deseos, usted no se puede quedar con ninguno, la compra es por la totalidad.
A mí me gustaría venderle solamente los recuerdos tristes ¿quiere que se los cuente? Algunos son realmente muy pero muy tristes, a veces recordarlos me hace llorar, son de lo más variados y los tengo desde los más simples hasta los más complejos.
Veo que tiene sus recuerdos prolijamente catalogados
Claro, todos los años me tomo un par de días para ordenar placares, papeles y recuerdos. Yo estoy dispuesto, ahora mismo y sin pensarlo a venderle todos los recuerdos tristes, los vergonzosos, los terroríficos y también estoy dispuesto a venderle mi joya más preciada, que son los recuerdos extraviados que tienen su propio anaquel en donde se les ve apenas la punta.
Realmente es muy interesante que haya guardado recuerdos extraviados, dijo mostrando interés, ¿incluyen recuerdos ajenos?
Claro, dije con soltura tratando de comerciar.
¿Y esos recuerdos ajenos son de sus familiares?
Hay de todo, familiares, amigos de la infancia, desconocidos extraviados en mi memoria, lo usual, compañeros de trabajo, de actividades remotas, de la universidad, vecinos, compañeros de de la vida, de aventuras, de algún que otro viaje.
Ya veo, es interesante, por más que no trajo catálogo consigo, me parece que los recuerdos que tiene pueden ayudar a subir un poco el precio. Me interesa, pero no olvide que son todos los recuerdos, también los felices.
No, déjeme los felices, yo estoy seguro que no le van a servir esos recuerdos porque son muy personales, son demasiado personales para que le puedan servir. De todos modos ¿a quién le interesa los recuerdos felices?
Lo siento señor Humanista, pero nosotros compramos todos los recuerdos, estén o no catalogados. Imagínese que si yo le comprara solo algunos recuerdos, la gente vendría a millones vendiendo a cuentagotas recuerdos y nosotros no daríamos a basto.
Piense, señor humanista que son solo recuerdos y que una vez vendidos esos recuerdos, tiene la posibilidad de adquirir recuerdos nuevos. ¡Es una gran oferta! Yo que usted ni lo pensaría. Los vende en este preciso momento, entréguemelos y una vez que salga por esa puerta comienza a fabricar recuerdos nuevos. No le compramos la posibilidad de fabricar nuevos recuerdos, le damos la posibilidad de crear recuerdos nuevos y libres de todo recuerdo anterior.
Pero señor Rick, escúcheme una cosa, sin mis recuerdos no sería yo, déjeme al menos alguno, los felices, para no dejar de ser.
Ah don Humanista, ese es el problema, usted es un nostálgico, viva de una vez sin recuerdos, deje de ser usted mismo y anímese a ser sin tanto problema. Debería cobrarle yo a usted por quedarme con sus recuerdos y sin embargo le estoy ofreciendo pagarle un precio justo por sus recuerdos y por su alma, casi, casi, podría decirse que estoy haciendo beneficencia, por favor, que no se sepa; está en juego mi reputación.
Señor Rick, mi oferta es por el alma y los recuerdos tristes, solamente.
Señor Humanista, nuestra política es totalidad de recuerdos o no hay trato.
Por lo visto es usted un intransigente, voy a quedarme con mi alma, dije convencido y con firmeza, porque después de todo, es mi alma, la única que tengo y por lo visto estos días hasta el diablo te regatea sin yapas.
Ya que si no está dispuesto a pagar el precio… yo tampoco a vender.
Buenas tardes señor… señor… ¿Mefistófeles?
No necesita ponerme nombre caballero, pero si gusta puede llamarme Rick, dijo el personaje con olor a azufre y fuego, elegantemente vestido y sin tridente.
Vea usted, yo venía a verlo de parte de una amiga, tal vez usted la recuerde, Ann. ¿La recuerda?
Rick, se rascó la cabeza como intentando recordar y al cabo de un momento dijo con una sonrisa, pero como no recordar a semejante belleza, si, si la recuerdo muy bien, ella vino a verme por un problema de corazón. Por cierto, ¿cómo está su corazón?
No del todo bien, pero creo que en franca mejoría…
¿No del todo bien? Interrumpió abrupto. ¿Cómo es posible?
Vea, ella al parecer no ha conseguido aun lo que andaba buscando, pero no ha bajado los brazos.
Voy a serle sincero, señor Humanista…
¿Pero usted sabe quién soy?
Por supuesto, se bien quién es usted, tenemos registros, incluso voy a confesarle que leo su blog.
¿Usted Rick lee mi blog? Nunca he visto un comentario suyo.
No señor humanista yo no comento en los blogs, eso se lo dejo a mis subalternos, yo simplemente me limito a leer algunos, no todos, se imaginará que la falta de tiempo nos afecta a todos. Pero a lo que iba con su amiga, la señorita Ann… ella vino a verme un día desesperada buscando un corazón, cuando firmamos el contrato le advertí, que tal vez la búsqueda era tan restringida que podría fallar al pedido. Por otra parte, ella realmente no necesitaba de mis servicios. Su amiga es un tanto caprichosa.
Ahora bien, dígame Humanista, que puedo hacer por usted?
Vea, yo ando buscando vender mi alma y me dijeron que usted se dedica a la compra de almas, así que bueno, a eso he venido. Nunca en mi vida había vendido un alma, así que le agradecería que me interiorice un poco sobre la cuestión.
¿Así que usted quiere poner su alma en venta? Jajajaja… ¿solamente el alma? ¿Está dispuesto a vender su cuerpo también?
Simplemente estoy interesado en vender el alma, el cuerpo por el momento lo utilizo.
Ya veo, dijo Rick encerrando un pensamiento en aquellos ojos pequeños que delataban alguna tramoya. Ha venido al lugar correcto, aquí compramos almas. Le advierto que la transacción queda exenta de reclamos posteriores, que cualquier litigio queda fuera de los tribunales ordinarios, aguárdeme que llamaré a mi secretaria para que nos vaya trayendo un modelo de contrato. ¿toma café?
No gracias, preferiría un vaso de agua.
Me tendrá que disculpar, solo tenemos café.
No se haga problema señor Rick, así estoy bien.
¿En cuánto está usted dispuesto a venderme su alma caballero?
Vea mi precio no es nada del otro mundo. Quiero ser el más bello de los hombres, el más inteligente y el más talentoso.
Rick se quedó pensando en silencio por unos momentos, tomo unas listas, una calculadora, volvió a buscar otras listas, tomó nuevamente la calculadora, entremedio preguntó por el modelo de alma que tenía y la cantidad de kilómetros y al cabo de un rato de calcular me dijo: mmm vea, este realmente no es el mejor momento para vender, los precios están en caída, el petróleo afecta todos los mercados, entre la guerra, las elecciones en Estados Unidos, los problemas con el campo en Argentina, la hambruna mundial y tanta falta de compromiso social que lo ha teñido todo, los precios están en picada. No le podemos pagar ese precio, ni siquiera nos podemos arrimar a lo que nos está pidiendo.
¿Y entonces que me puede dar por mi alma?
Por su alma… veamos, y volvió a sacar otro listado. Por su alma le podemos pagar… algún comentario genial de cuando en cuando, podríamos ponerlo en un paquete que incluya también algo de dinero, no mucho tampoco, pero algo de dinero al fin, ah eso si en dólares, nos manejamos en dólares, con eso podría hacerse una cirugía.
¿Sólo un comentario genial? Pero eso es muy poco, yo pensé que mi alma valía más, es una buena alma, esta colmada con buenos deseos, tiene pocas manchas (que seguramente con oxipower salen sin dificultad) soy único dueño, es una alma joya nunca taxi…
Como le digo señor Humanista, son tiempos malos para la venta de almas, son variables netamente económicas, no es que yo no quiera su alma, pero no nos podemos estirar a más.
¿y dónde quedó eso de los tres deseos? Usted solo me ofrece algún comentario genial de cuando en cuando y algo de dinero.
Se está confundiendo, el de los tres deseos era el genio de la lámpara. Incluso él, hoy en día tuvo que bajar la cantidad de deseos porque no le daban los costos, la guerra en medio oriente casi acaba con su negocio, le digo más, el genio ha tenido que solicitar un préstamo para poder seguir con el negocio.
Sinceramente yo pensé que una alma valía mucho más que eso, me parece que no me conviene.
Vea que aún queda la posibilidad de que me venda su alma con recuerdos. Los recuerdos pueden sumarle valor. ¿Trajo usted algún catálogo de recuerdos?
¿Catálogo? No, no, no tengo catálogo de recuerdos, no sé, no sabía que debía traer uno.
Claro, claro, dijo Rick, es la falta de experiencia, usted es inexperto en esto, no se haga problema. Vea, si usted quisiera vender su alma con sus recuerdos podríamos estar hablando de algo más cercano a lo que desea. Eso sí, nosotros compramos todos los deseos, usted no se puede quedar con ninguno, la compra es por la totalidad.
A mí me gustaría venderle solamente los recuerdos tristes ¿quiere que se los cuente? Algunos son realmente muy pero muy tristes, a veces recordarlos me hace llorar, son de lo más variados y los tengo desde los más simples hasta los más complejos.
Veo que tiene sus recuerdos prolijamente catalogados
Claro, todos los años me tomo un par de días para ordenar placares, papeles y recuerdos. Yo estoy dispuesto, ahora mismo y sin pensarlo a venderle todos los recuerdos tristes, los vergonzosos, los terroríficos y también estoy dispuesto a venderle mi joya más preciada, que son los recuerdos extraviados que tienen su propio anaquel en donde se les ve apenas la punta.
Realmente es muy interesante que haya guardado recuerdos extraviados, dijo mostrando interés, ¿incluyen recuerdos ajenos?
Claro, dije con soltura tratando de comerciar.
¿Y esos recuerdos ajenos son de sus familiares?
Hay de todo, familiares, amigos de la infancia, desconocidos extraviados en mi memoria, lo usual, compañeros de trabajo, de actividades remotas, de la universidad, vecinos, compañeros de de la vida, de aventuras, de algún que otro viaje.
Ya veo, es interesante, por más que no trajo catálogo consigo, me parece que los recuerdos que tiene pueden ayudar a subir un poco el precio. Me interesa, pero no olvide que son todos los recuerdos, también los felices.
No, déjeme los felices, yo estoy seguro que no le van a servir esos recuerdos porque son muy personales, son demasiado personales para que le puedan servir. De todos modos ¿a quién le interesa los recuerdos felices?
Lo siento señor Humanista, pero nosotros compramos todos los recuerdos, estén o no catalogados. Imagínese que si yo le comprara solo algunos recuerdos, la gente vendría a millones vendiendo a cuentagotas recuerdos y nosotros no daríamos a basto.
Piense, señor humanista que son solo recuerdos y que una vez vendidos esos recuerdos, tiene la posibilidad de adquirir recuerdos nuevos. ¡Es una gran oferta! Yo que usted ni lo pensaría. Los vende en este preciso momento, entréguemelos y una vez que salga por esa puerta comienza a fabricar recuerdos nuevos. No le compramos la posibilidad de fabricar nuevos recuerdos, le damos la posibilidad de crear recuerdos nuevos y libres de todo recuerdo anterior.
Pero señor Rick, escúcheme una cosa, sin mis recuerdos no sería yo, déjeme al menos alguno, los felices, para no dejar de ser.
Ah don Humanista, ese es el problema, usted es un nostálgico, viva de una vez sin recuerdos, deje de ser usted mismo y anímese a ser sin tanto problema. Debería cobrarle yo a usted por quedarme con sus recuerdos y sin embargo le estoy ofreciendo pagarle un precio justo por sus recuerdos y por su alma, casi, casi, podría decirse que estoy haciendo beneficencia, por favor, que no se sepa; está en juego mi reputación.
Señor Rick, mi oferta es por el alma y los recuerdos tristes, solamente.
Señor Humanista, nuestra política es totalidad de recuerdos o no hay trato.
Por lo visto es usted un intransigente, voy a quedarme con mi alma, dije convencido y con firmeza, porque después de todo, es mi alma, la única que tengo y por lo visto estos días hasta el diablo te regatea sin yapas.
Ya que si no está dispuesto a pagar el precio… yo tampoco a vender.
6 comentarios:
excelente historia! felicitaciones 10 jaja no lo tendras en quimica pero lo tenes en lengua... la verdad que una historia increible
Hola muchachín!
muy buena historia, muy bien contada!!!
cuantas veces uno piensa "xq no puedo sacarme tal o cual cosa de la cabeza y empezar de cero", pero lo real es que esas cosas nos hacen quienes somos, ni más ni menos!
Te dejo un beso grande
muy buen finde
Max
jajajaja "HUMANISTA" sos lo mas
te amo :P
Hoy espero encontrarte en el chat.. que raro vos comiendo brownie :P
Me hiciste sonreir desde que empece a leer. Escribis muy muy lindo :D
jaaa una vez pense en venderle mi alma al diablo, literalmente, pero no me atendió --.-- se ve que estaba muy ocupado XD jajaja
un beso
Rayo
Ahhhhhhhh
buenísimo.... a medida que avanzaba no sabía si te dejarías tentar ya por la oportunidad, o salvarías tu alma... con todo lo que nos han vendido a esta altura, y de todo lo que hemos sido desposeídos, me moló el cierre de la negociación.
Me encantó, realmente lo disfruté...
un abrazo
;)
Excelente texto! Que placer que da leer cosas atrapantes. Gracias Humanista, saludos!
"Ya que si no está dispuesto a pagar el precio… yo tampoco a vender." Aplicable para todo en la vida. Saludos
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