martes, 3 de junio de 2008

Ensalada


Me arrebata la sensación de tomar a la vida por los cuerno, lo pienso y solo es un deseo, queda la pesada carga de la existencia que siegue tomando el día, las actividades y esa leve sensación de sin sentido que lo tiñe todo y lo vuelve sombrío. Siempre me acompaña la misma ironía que llena de risa a los más lejanos seres de mi cotidiana existencia sin ser un payaso.
Lento y con las piernas duras voy subiendo las escaleras de esta jornada hasta las siete, a veces hasta las cuatro, pero no se trata de horarios, pueden ser las doce o las seis, siendo en el mismo descanso de escalera. ¿Habrá llanos como la pampa? Mi corazón otra vez quiso salir corriendo y la razón lo detuvo con falaces argumentos sin conmiseraciones. Una vieja canción suena y hace soñar. Aromas de lejanos continentes me invaden desde la memoria con pizca a lágrima sin tristeza. ¿Cómo será Estambul? Tremendas ganas de salir corriendo y gritar: mancha. Tremendas ganas de volver a subir árboles con sabor a inmortalidad. La boca llena de dulce y la cara sucia, raidos los pantalones de trepar y el asombro a flor de piel. ¿Cuánto hace que no siento asombro?
Ya la vida prescindió de los fantasmas que en otro tiempo fueran combustible de decisiones colmadas de coraje y con toque de desparpajo, la falta de espectros espantó el deseo de vivir rodeado de ángeles, sirenas y duendes y no me fascinan tantas cosas como lo hacían ayer.
La nostalgia y la depresión no son sinónimos, pero ciertas veces son igual de nocivas. Traté de recordar un hecho aislado de mi primera niñez y potenciarla hacia el futuro, ser viento con la solidez de una roca y sentirme feliz hasta la mañana siguiente. No reprocharme por el estado del tiempo, ni por el tiempo mismo. Quise ser otro por un rato (sólo por un rato, porque soy muy bien conmigo mismo, me acostumbré y me gusta) ser otro con una vida diametralmente opuesta a la mía, ser en otro mundo, con otro idioma y otra luna, ser con otros sueños y con otro coraje, ser con otra sed y con hambre ajeno y sobretodo ser con alas (ni grandes, ni majestuosos, ni colosales, ni hermosas…) ser con alas para volar otros cielos pero con el mismo deseo.

2 comentarios:

El Profe dijo...

Pasé a ponerme al día con la lectura. estos día son de cansador trabajo. Pero esto me ha refrescado, he leído los otros posts también.

¡Un saludo y abrazotes!

Volviendo a Crecer dijo...

Bueno te leo y veo reflejado el deseo que le quise imprimir a mi blog. Esa idea de que podamos mirarnos por un ratito a nosotros mismo, a lo que queriamos ser cuando eramos pendejos, reconocer nuestros fantasmas y divertirnos,etc.
Te felicito por haberte dado ese dia para vos.
Un abrazo

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