miércoles, 28 de enero de 2009

desde el taburete



Pesadumbre de enero que se posa en mi ventana haciendo del día una porción larga y pesada, las horas avanzan con la pesadez de una roca tosca pesada e incipiente. No tengo ganas de nada y sin embargo tengo tanto, tanto, tanto.
Detesto los gritos que se filtran por la ventana, irrumpen desafiando mi día y mi espacio. ¿Quién le dio derecho a ciertas brisas tibias a colarse molestas en mi almohada? También detesto los calores entre sábanas y el aumento en las tarifas eléctricas con tal impunidad.
Detesto y adoro salir de mi casa, caminar por las mismas calles, saludarme con los mismos vecinos apurados y ansiosos por llegar para volver a salir.
Ciertas mañanas de enero son anquilosadas y muertas, contagian algo más que la viruela o la gripe en julio, sin embargo la rutinaria tarea de levantarse y salir, salir y volver se repite sin remedio, el drama es comprender que estamos repitiendo la misma rutina día tras día y que en algún momento nos daremos cuenta que la vejez nos ganó la partida con su paciencia exasperante.
Entonces en algún alto (porque pausas hay para todo) voltearé y buscaré un rumbo nuevo, sin importar cuan ilusorio o absurdo sea, pensando que me he empapado de novedad y así, andaremos otro rato con algo de ilusión, con algo de esperanza y sostenido por lazos invisibles y fuertes que provienen de otras almas semejantes pero con otro ritmo que me invitan, me imitan y me remiendan.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero sentir una brisa en mi ventana, sin preocuparme por la tarifa eléctrica del aire acondicionado (no tengo aire acondicionado, sería tonto en Bogotá).

El rumbo que busques que no sea el de los recuerdos, que sea renovar tu vida, tu mente, tu cuerpo, todo, desde respirar hasta actuar.

Besos

markitoxxx dijo...

es cierto... la paciencia de la vejez es exasperante...espero todos hagamos esos altos... esos stop en la ruta tan solo para estirarnos, sentirnos vivos, admirar el paisaje y seguir zucarndo nuevos caminos...

abrazo

Anónimo dijo...

Con respecto a la luz mejor no opino porque creo que si la tengo a la conchuda enfrente mio la meto en una licuadora.
Con respecto a la rutina... LA ODIO ; LA DETESTO!!!!! Pero lamentablemente no queda otra y es una gran verdad lo que decis Gonza , cuando te queres acordar sos un viejo choto jajajaja
BESOS NENITOOOOOOOOOOOO!!!

Juancho!

PABLORE dijo...

Muy bonito el tono literario, escribes muy bien.
Que el viento hinche tus velas hacia nuevos puertos!!!

Miguel Angel Vesco dijo...

Que buen texto... !!!, todo es un poco de lo mismo, por que nos programamos o nos programaron un poco para esto... para seguir despertandonos a tal hora de la mañana, ir para el mismo lugar y volver a ese mismo sitio que te cuesta fortunas mantener como propio... te cuesta mas horas de vida, que la vida misma, osea que si no nos detenemos un poco a pensar esto o a buscar alguna alternativa... caeremos si o si en la burlona y reprochante vejez, que se detiene a observar lo flojos que somos!!, hay que animarse a dar un paso al costado y ver que hay fuera del camino!! un abrazoo... por mas absurdo que sea!!

Miguelo

El Humanista dijo...

si me siguen alabando tanto no me va a quedar otra que postear más seguido jajajjaja
gracias

ÑE dijo...

W-O-W..
hey..que bien escribis..
me quedo corta jaja
le empiezo a encontrar el gusto a esta vida..
no se..falta mucho para envejecer..
no tengo que pagar tarifas electricas, no tengo casa propia..
pero algun dia esta tranquilidad se va a acabar y voy a tener que preocuparme por todo..

me voy a ir al pais de nunca jamas con peter pan y los niños perdidos..!

total todo esta en la mente JA!
saludos humanista :D

Isa

Anónimo dijo...

Y no pensas volver a postear en tu vida??.

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