sábado, 6 de septiembre de 2008

Triste

Amigo, te confieso desde mi más absoluta cobardía, que desde ayer que me preocupé, me la pasé pensando, y no quise hacerlo, con la excusa de que me preocupo a veces demasiado, que soy tal vez demasiado sensible y dejo que algunos sentimientos sensibleros me ganen. Pero lo cierto que no puedo dejar de preocuparme y tampoco sé como decir. Te leía hace un rato y no pude evitar llenarme de lágrimas, escribo estas líneas con un nudo en el pecho. Y es que no puedo evitarlo, sólo pude evitar el encuentro de hoy, tal vez por ser demasiado ocupado, no tanto como vos claro, así nos conocimos realmente, cuando me reprochaste aquel día que me invitaste a cenar que vos tenías que despertar a un país y yo apenas me levantaba a las ocho. No puedo evitar que me duela desde el entusiasmo por el viaje de diciembre en donde tengo la sensación de que se hizo justicia, donde revolotea la alegría de escuchar a Javi lleno de vida e ilusión por conocer la meca del teatro. Y ahora te leo, leo y pienso, leo y siento tantas cosas que seguramente no te voy a decir porque tengo afición de otra cosa, de no flirtear con las cosas que nos son tan dolorosas, de intentar levantar de algún modo los ánimos que no se sostienen, por más que coqueteé seguido con la depresión.
Otra vez pelearla, otra vez agónica lucha por subsistir, pero claro, vos nunca te conformaste con subsistir, o se vive o no se es. No creas que no te escucho amigo, no creas que tus palabras no tocan bien hondo, no te creas…
A veces peco de pasarme de respetuoso, lo sé, por eso tal vez digo esto a través del personaje que mantengo lejos de ti, no sólo por pudor. Que ganas de conseguir una entrevista con la vida y cagarla a pedos por estas cosas que me entristecen, que me molestan, que me joden mucho. Pero en el fondo siempre es igual, en el fondo solo nos queda aceptar las reglas de este juego que no pusimos nunca nosotros. Es la vida, es así… pero no me puedo conformar con ser simplemente un sobreviviente, eso es imperdonable, lo sé, me lo hiciste entender hace tiempo.
Yo enciendo una vela por vos, sin decirte nada, para no terminar discutiendo por naderías, ya no disfruto tanto discutir como antes, me he vuelto más simple en todo lo que se refiera a discusiones. Me he vuelto más vulnerable a la vida vivida, a esa que se expone, se gasta, se consume y contagia. Vos me has contagiado de esa vida, debería decir Vida.
No te lo voy a decir, pero se lo voy a pedir a la virgen del cobre, se lo voy a pedir desde el nudo en el pecho, por vos por los que te queremos, por mí seguramente que lleno de egoísmos no quiero verte sufrir porque estoy harto de sufrimiento a mi alrededor. Se lo voy a pedir a la virgen del cobre desde esta lágrima, sin importarme si existe o no. Se lo voy a pedir desde la bronca, desde el temor, desde mis desmesuras. Porque te respeto, te admiro y te quiero.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No entendí mucho, es evidente que hay cosas que no se y por eso no termino de comprender...pero si entiendo que hay mucho dolor.

Para lo que sea, sabés donde encontrarme.

Un besote

Max dijo...

Hola muchachin! bueno, llego aca y leo esto y rescato solo una frase que me sigue resonando entre todas las palabras dichas "aceptar las reglas de este juego que no pusimos nunca nosotros"
Creo que la vida nos lleva, nos condiciona, nos deja y nos prohibe miles de cosas, a veces sólo basta con resignarse y aceptarlas, otras veces sólo necesitamos tratar de cambiarlas, aunque sea imposible.
Pero nunca bajar los brazos, nunca dejarse llevar, nunca dejar de luchar, por más que nos demos la cabeza contra la pared, por más que nos cansemos al ver que no llegamos a ningún lado, porque siempre avanzamos, aunque no lo notemos.
creo que me fuí un poco por las ramas.
Solo quería decirte que si la tristeza es una forma de purificar un sentimiento más profundo y una forma de poder seguir adelante, entonces está permitida.
Un besote grande
que tengas muy buen comienzo de semana
Max

Fabián Aimar (faBio) dijo...

Hola amigo,o sé cuanto de ficción y relaidad hay en este post...
creo haber vivido situaciones similares, o la menos pude recordar emociones identificadas en tu post, y verlas reflejadas en momentos pasados.
Más allá de los tintes melancólicos o tristes que generan, hay una cierta devoción, una entrega, un afecto... solo sé una cosa, no te pases jamás de respetuoso, una cosa es tener en cuenta al otro, y otra guardar cosas por cuidar al otro...
te ando un abrazote grande
fa
quien no está seguro si entendió bien lo que quisiste transmitir...

Anónimo dijo...

Nenito....!!

Evidentemente tus posts me marean. Y mas estos ultimos que me quedo como perro en cancha de bochas...
Igualmente si necesitas algo , aca estoy!

BESO!

Juancho!

Anónimo dijo...

Triste pero miralo Humanista, confiesas una cosa y es el cariño que sientes y siempre es mejor mostrar que ocultar, asi no reprimes nada.

Abrazos

Powered By Blogger