lunes, 12 de mayo de 2008

A pedido de Betulo, refrito, como se le dice en la jerga periodistica, este posteo antiguo que sufrió el embate de mi impulsivo acto por el mes de febrero de borrarlo todo, jajajaj si, asi es la locura. Han pasado varios meses ya, y recordar aquella entrevista solo me recuerda que aquel día quedé para verme con alguien que respeto mucho y me ayuda a pensar muchas cosas nuevas, un gran pensador, con canas bien ganadas, pero no lo llamé todavia jajajaj CRONOS BASTA, dame un respiro


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lunes 4 de febrero de 2008

Cita con Dios




Desde hace algunas semanas que divago entre distintas sensaciones y emociones. Algo de bajón, algo de nostalgia sin sentido, algo como una contractura molesta que se posa en el alma.La semana pasada tuve que llamar a “Dios”, por un tema de cierta importancia que tenía que informar y hasta incluso pedir alguna instrucción precisa. No hubo instrucciones precisas ni vagas, pero si una cordial invitación a vernos; nada más y nada menos que “Dios”, el “capo di tuti”, una figura inalcanzable y con un gran alo de misterio, un tipo con una capacidad y una inteligencia descomunal, un tipo difícil de admirar porque es inalcanzable, algo así como un mito viviente. A tal grado es el mito que se teje a su alrededor, que contamos con manual de interpretaciones no autorizados, que se sigue gestando y crece. Por ejemplo, Dios no come, nunca te va a invitar a una comida de trabajo ni lo vas a ver comer, ni tomar café, ni agua (eso por ahora es cierto) si te acompaña hasta la puerta se viene un asenso, nunca bromees porque no tiene sentido del humor, etc, etc, etc.Dios como todo dios, anda por todos lados, puede estar acá o en cualquier perímetro de esta circunferencia, porque eso es el mundo para él, una simple circunferencia , siempre esta al tanto de todo, lo sabe todo, es omnipresente, omnisciente, todopoderoso, en fin, todo lo que se le pueda atribuir a dios también se le puede atribuir a él.Estos días pensaba una y otra vez para que carajo querría verme, si el tema por el que lo había consultado ya estaba solucionado siguiendo su única directiva: que obrara y decidiera sin consultar. Y todo estaba resultando.Yo tenía mi cita a las once. Tomé el subte que me deja bastante bien, bajé al lado de la casa de gobierno, (me bajé mal jajaj) atravesé a cientos de turistas que se fotograban y me percaté que ahora esa emblemática casa tiene unas rejas altas y negras y que Balcarce es peatonalDe vez en cuando los nervios me hacen jugar malas pasadas, no hacía calor pero chivaba como si estuviera en el medio del Sahara. Era temprano, estaba a solo unas calles, me quise sentar en aquella plaza. Cerca de la pirámide se organizaban unos pocos manifestantes en medio de cámaras turistas. No me senté, traté de engañarme pensando que era un turista más, faltaban veinticinco para las once ¿me convenía llegar temprano? Caminé despacio, ensayé algunas palabras, tenía una sensación semejante a la época de finales. Estaba cansado, había dormido poco. Me dije al oído: cagate, lo que sea será.No se cuanto tarde en traspasar las puertas del corazón de la empresa, sólo se que me pesaban los pasos. Me anuncié, subí, volví a anunciarme y me preparaba a sentarme en una sala de espera repleta y llena de desconocidos. ¿Usted es la cita de las once? –preguntó una rubia dulce y repulsiva. Me iba a sentar cuando me dijo que pasara por una puerta a su izquierda, me acompañó hasta la secretaria privada de Dios, ah usted es.... si pase por acá, después de un breve pasillo me llevó a otra sala de espera más chica, sabía que estaba a metros de la casa de Dios. Tal vez sea atrás de esta pared donde hay un cuadro que bien sé, es del siglo XVIII y nadie puede contemplar. No es la primera vez que tengo el honor de visitar a tan ilustre caballero, pero esta vez no hay motivo, no tengo nada entre las manos, ni siquiera se bien porque llevo un portafolios casi vacío que detesto. Mi camisa esta empapada, yo estoy empapado. Se siente un frío rico, pero no lo disfruto, mi calor es más fuerte.¡Basta!No podes.Relojeo con timidez, faltan cinco para las once. Pensaba en todo y deseaba no pensar. Una mujer se acerca ofreciéndome algo. Una camisa seca pensé, -no gracias, estoy bien- Cuñanto hubiera deseado sentir mucho frío.Cinco minutos después de las once escucho la voz de Dios, el mismo en persona me invita a pasar, no podía creer quien estaba saliendo de ahí, todavía no puedo creerlo.(que cagada que no lo puedo decir jaja) el despreciable personaje solo confirmaba que Dios era Dios y que cada tanto se juntaba con el diablo, por aquello de los opuestos que se rechazan y se atraen. Nos miramos de reojo y no nos saludamos. Dios me invitó a pasar al cielo.Sentate.Gracias pensé, no voy a agradecer que me deje sentar, no corresponde.La conversación no tiene mucha importancia, simplemente me sorprendió tanto interés en algunos asuntos no laborables, no tanto por el asunto, sino por el interés.¡Que futuro te espera! –dijo aquella voz segura de si mismo y yo como buen boludo solo respondí con una broma tonta. (rompía el manual no autorizado de la mitología) la entrevista concluía. Cuarenta y cinco minutos es un tiempo, que suerte; no me da para un partido entero.Me acompañó por el pasillo, yo hice ademán de parar pero me siguió acompañando hasta la puerta por la que había entrado, donde estaba aquella rubia, y siguió, casi hasta los ascensores, sobre un costado de aquella sala de espera que antes me parecía inmensa. ¡Qué futuro...!Ahora si no podía decir nada más, me alegraba escuchar eso y a la vez sentía pudor, frente a aquel público de caras graves . Nos saludamos, sentí un afecto sincero.El mismo Dios me bendecía con una mueca que era casi una sonrisa. Habíamos caminado casi cuarenta pasos, pasos que ya no sentía pesados.Cuando llegué a la calle me desabroché la camisa y busqué la plaza.Me taladraban todavía aquellas palabras.A que se referiría aquel que todo lo sabe, que todo lo puede, que todo lo abarca.¿qué traerá consigo el futuro?Será realmente bueno tener una bola de cristal y saber que pasará mañana. Si lo sé ¿será mañana?Lo cierto es que la intriga de aquello desconocido alimenta esperanzas. Yo no se como es una vida sin esperar nada¿Desesperanzados?
A esta altura (prófugo de amores) quiero estar predestinado a Amar y a ser Amado. Y todo esto sin “porques”, simplemente sin porque
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1 comentario:

F e r n a n d o dijo...

Hola amigazo!, gracias por la visita y la buena onda.
Me detuve leyendo las "máximas" en el lateral izquierdo, varias no las conocía (por suerte) y puedo disfrutarlas más.

Todo un desafío esta entrevista con El Capo. La camisa empapada en nervios y la palmadita esperada?
Nunca se sabe lo que pasará, solo hay que estar bien preparados para que cuando llegue tengamos los víveres listos para rajar donde sea.

Un abrazo y que llegue para vos y para todos el amor recíproco, lo demás puede esperar.

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