Improvisado festejo de cumpleaños en casa...

Compañeros de vidas, de sueños, de esperanzas, compañeros anónimos del ayer y mañana, jóvenes compañeros de quimeras, ser sin nada no impide ser, la sensación de vagar errante no hace de ninguno un homeless (algunas desgracias modernas traen aparejados ciertos beneficios de los que nosotros podemos prescindir).
Compañeros de en la virtualidad, compañeros de amaneceres, desvelos y olvidos, esta mañana suena una hermosa gaita que me recuerda ciertos orígenes. Esta mañana la música ha cambiado completamente, pero la sensación es similar a la de ayer, pero con un dejo de paz. Anoche hemos festejado en casa, el cumpleaños de un amigo querido y entrañable. Los años pasan para él y sigue buscando como todos los hacemos, pero noto de fondo ciertas ansiedades que antaño no presentaban su seria persona. Anoche he hecho de anfitrión gustoso. Han venido amigos de ambos, aunque lo son más de él, yo, en fin, con los años me voy volviendo más tacaño en cuanto a ciertas amistades, pero el corazón sigue dispuesto a recibir, pero más tacaño. Con ciertas personas ya no busco caer simpático, ni agradar ni no meter la pata, tampoco discutir inútilmente, no me falta pasión, eso es lo que me agrega y me quita vida, es que tal vez haya adquirido algo de experiencia, no sabiduría, tal vez sea experiencia.
Anoche han venido estos amigos de tanto, que nos vemos de tanto en tanto, no pasa así con el homenajeado que es un visitante frecuente.
Seria feo, seria feo para ellos, que le ponga mote, que los defina, porque definir limita, de algún modo quita la esencia de lo que uno realmente es, solo conozco cuando me embarco en la aventura de descubrir al otro, pero para los fines prácticos un mote sirve para acortar esta líneas, los llamaré los Hipócritas. Mis queridos amigos hipócritas. Fariseos modernos que con la mejor intención volverían a crucificar a Cristo, a otros cristos. No son malos, son buena gente, o por lo menos gente querida, ¿no se porque? El amor, el cariño, es sin motivos, muchas veces el odio también.
Me queda de anoche un sabor a helado de chocolate y un amargo que no provenía del postre.
¿por qué no podrán ser también compañeros de sueños, de vida, de esperanza, de nuevos motivos...? ¿quién sabe?
Me han condenado con mucho dolor y mucho tacto (así lo han hecho con Cristo) por mis nuevos círculos, mis nuevas amistades, por los peligros del mundo, por la bomba en Hiroshima, el no haber hecho nada por el hambre en Calcuta (pero yo estuve en Bombay chicos....Calcuta no conozco) me han condenado por la suba del euro, la falta de compromiso social de los argentinos, los pactos políticos existentes y por las armas de destrucción masiva.
No tengo vocación de mártir, si bien el papel lo eh interpretado en varias obras con escaso público y crítica regular.
Nick me regaló el recuerdo de esta música que suena comenzando el día. (no estoy tan loco pibe, si fuera así sería tanto más fácil jaja)
Anoche arreglé mi casa, colgué algunas pinturas nuevas, arreglé la mesa con ánimo de convite, llamé a una parrilla cercana y pedí que preparan un asado como para hacerme quedar bien.
Tuve la intención de homenajear a quien lo tiene merecido por el cariño mutuo y admiración.
Pero anoche me quedó la sensación de la incomunicación. De ese miedo que tenemos los hombres y que como bien decía Gandhi puede generar violencia, no solo la física. No me preocupa tanto la violencia física, con unos bifes todo se pasa (de todos modos, el comentario de entrada fue... “pero si pareces un hooker” mientras me franeleaba la espalda, cosa que nunca pasará de la broma. Tantos años entrando al pedo aja, con 15 días en la cama logramos lo mismo jajaj) así que no nos vamos a pegar, juego con ventaja, aunque nunca nadie supo que detesto pegar, que me da miedo, me hace sentir muy mal, aunque pegue fuerte, pero nadie lo comente, que quede entre nos)
Anoche me dio la sensación de haber obrado bien. De haberle dado una alegría a mi amigo, ese negro buenazo con cara de tipo serio.
Sigue ese gusto amargo que ahora es un tanto rancio.
Anoche quedó atrás.

Ahora sólo puedo pensar en ciertos besos, en ciertos abrazos que espero que me acojan en esta noche nueva. Ahora solo pienso en encontrarme con aquel que hace tanto dejamos de hablarnos, de vernos...