Zumban las balas en al tarde diáfana, un trueno insonoro a la distancia retumba en mis entrañas sin comprender, sin acertar cuan tarde o cuan temprano estoy frente a la vida, sin sensaciones nuevas, más bien con un bagaje incómodo pero ya conocido que se amolda a la espalda y acostumbró a los músculos con su peso. Frases antiguas sin posibles primicias, se acurrucan a un costado del paladar esperando la oportunidad de salir corriendo y mugir en el aire haciéndose dueñas de la sonoridad, pero necesariamente fieles a sus voces de mando, molestas, incómodas, impacientes, discordantes. El deseo de pasear en tranvía delata que la nostalgia tiene ganas de andar, volver a otras ciudades que iluminaron los ojos niños. Tomar una tabla y barrenar olas evidencia que una mínima sensación de aventura sin conflicto con las nostalgias, revolotea impertinente. Yo no supe vivir grandes odiseas, entre Virgilio y Homero prefiero ser compañero de Dante porque siempre me atrajo otro tipo de inmensidad, otro cielo y otra tierra, a Homero le permito ser compañero de aventuras lúdicas sin reproches y con durabilidad, Virgilio es una llave para pensarme sin tiempo, por más que se me haga tarde y me estén esperando.
Se burlan los árboles al costado del camino, cerrando los ojos estáticos, pero yo sé que se ríen a mis espaldas cuando me ven pasar, conocen ciertas historias que ignoran ciertos seres, me han escuchado cantar bien bajo como un murmullo vergonzoso al pasar. Conocen mis penas, intuyen mis conflictos, son sabios ocultos en medio de la cotidianeidad, se yerguen solapados, con ciertos aires: creídos, petulantes, engreídos.
Me ignoran las estrellas por motivos obvios, son tal altas y yo tan bajo, hemos planteado un pacto tácito, nos ignoramos mutuamente, aunque confieso que algunas noches las espié rompiendo tratados preexistentes, sin pesares, sin pensar y sobretodo con curiosidad. La culpa la tiene la belleza, que me susurra provocadora y con desdén, soy débil y no puedo, no puedo resistirme a la belleza, es más fuerte que yo, me puede siempre, soy un mal prosélito del estoicismo.
El olor a café inunda la habitación desordenada, es el mismo desorden que impera en mi mente, es un desorden aparentemente aceptable, no llega al caos, tal vez ese sea el problema, con tan poco no podemos plantear revoluciones.
Me inscribo en expediciones lejanas con el único propósito de ser un turista comprometido con el lugar, tomar partido y pasar sin nada, aunque confieso que la abulia muchas veces gana de antemano, no me da tiempo siquiera a ponerme los guantes, ni subir al cuadrilátero.
Hoy no grito. Sobra el aire, lo sé, pero falta coraje. Gritar sin coraje es como comer tu plato favorito sin sal, soso, insípido, desabrido; yo soy partidario de las emociones fuertes, atravesar un tornado, bailar en un terremoto, subirme a la cola de un cometa corriendo riesgos sin pensar, sin casco ni rodilleras, con más condimentos de los que pueda soportar, porque la sensación de sentirme desbordado me recuerda que estoy vivo y otra vez pierdo la dimensión del tiempo que me hiere muy a mi pesar.
Callen a ese chico que llora, no ven que molesta.
Apenas puedo escuchar al alma.¿La hora del recreo? ¿Tocó el timbre?
Se burlan los árboles al costado del camino, cerrando los ojos estáticos, pero yo sé que se ríen a mis espaldas cuando me ven pasar, conocen ciertas historias que ignoran ciertos seres, me han escuchado cantar bien bajo como un murmullo vergonzoso al pasar. Conocen mis penas, intuyen mis conflictos, son sabios ocultos en medio de la cotidianeidad, se yerguen solapados, con ciertos aires: creídos, petulantes, engreídos.
Me ignoran las estrellas por motivos obvios, son tal altas y yo tan bajo, hemos planteado un pacto tácito, nos ignoramos mutuamente, aunque confieso que algunas noches las espié rompiendo tratados preexistentes, sin pesares, sin pensar y sobretodo con curiosidad. La culpa la tiene la belleza, que me susurra provocadora y con desdén, soy débil y no puedo, no puedo resistirme a la belleza, es más fuerte que yo, me puede siempre, soy un mal prosélito del estoicismo.
El olor a café inunda la habitación desordenada, es el mismo desorden que impera en mi mente, es un desorden aparentemente aceptable, no llega al caos, tal vez ese sea el problema, con tan poco no podemos plantear revoluciones.
Me inscribo en expediciones lejanas con el único propósito de ser un turista comprometido con el lugar, tomar partido y pasar sin nada, aunque confieso que la abulia muchas veces gana de antemano, no me da tiempo siquiera a ponerme los guantes, ni subir al cuadrilátero.
Hoy no grito. Sobra el aire, lo sé, pero falta coraje. Gritar sin coraje es como comer tu plato favorito sin sal, soso, insípido, desabrido; yo soy partidario de las emociones fuertes, atravesar un tornado, bailar en un terremoto, subirme a la cola de un cometa corriendo riesgos sin pensar, sin casco ni rodilleras, con más condimentos de los que pueda soportar, porque la sensación de sentirme desbordado me recuerda que estoy vivo y otra vez pierdo la dimensión del tiempo que me hiere muy a mi pesar.
Callen a ese chico que llora, no ven que molesta.
Apenas puedo escuchar al alma.¿La hora del recreo? ¿Tocó el timbre?
5 comentarios:
Felicidades, entraste en el grupo de Pietro, no se como, pero me pones la cabeza a volar con lo que escribis... ¿Yo porque no escribo también? Siempre me preguntare eso.
Salu2
Bonita columna, amigo, y ya llevabas harto tiempo sin escribir, ¿eh? Jajaja, aunque yo no tengo autoridad para alegar ni para dar lecciones de frecuencia blogística.
La columna de abajo también es notable. Espero que te animes también a escribir ahora sobre las cosas que te gustan. Pero estás cada vez más literario, y eso me alegra =)
Bueno, y siempre es un gusto conversar contigo. Pásalo bien. Abrazos.
Qué decir...un hombre valiente se rebela contra sus problemas. Un hombre excepcional se rebela contra sí mismo. A fin de cuentas, es él mismo quien tiene los problemas. No sé si me explico...tendré que trabajar la idea. Te recomiendo que hagas lo mismo.
Besote, RDR
Me sueles decir que a tí y a mí en muchas ocasiones nos separa el idioma, como ese dicho que se dice sobre Reino Unido y USA: "dos países separados por una lengua"; pero tenemos muchísimos puntos de unión.
Mientras te leía, por ejemplo, se me hacía presente ese orden existente en tu entorno próximo formado por la variable cantidad de objetos ESTRATÉGICAMENTE distribuidos en tu ambiente; ese orden establecido libremente por tí, ser pensante, alejado del formalismo autómata de un inánime catalogador, que te permite el uso de los bienes sin necesidad de sentirte usado por ellos, los bienes que posees. Pero eso no quita que nos dejemos llevar por la presión social y aceptemos los usos vulgares de nuestro entorno formalista calificando de desorden lo que la IGNORANCIA de esos otros no les permite enteder.
P.D.-Para tus nuevos lectores que parecen valorar tu expresión, sería bueno que recuperaras tu "entrevista con Dios" de la primera época, es simpática.
Betulo:
Me impresiona tu memoria, prometo buscar aquellos posteos antiguos, que borré por un acto compulsivo, pero me sorprende tu memoria, es mas, me han dando ganas de buscarla y volver a leer, ya que eso fue hace tiempo y bastante significativo para mi.
Por supuesto que tenemos muchos puntos puntos de unión, lo que alguna vez expresé, es qe la palabra es fuente de contradicción, asi como me ayuda a expresar, al ser por naturaleza polifonica, nunca agota lo que queremos decir, sobretodo insisto en los modismos, los regionalismos de la lengua, que enriquecen y mucho.
Siempre para mi es un gusto cuando me comentas.
Rey d rec: gracias por tus recomendaciones jajja tengo que admitir que hacer rato torné de ser un rebelde idealista a un idealista un tanto más pragmático... (pero habría que ver que hay de cierto jajaja)
Pietro: que constancia jjajaj, si es verdad que no estoy posteando como antes, trataré de poner remedio, pero dos en una semana es mejor que una jajajja
Dany: que bueno poder volar, aveces pienso que no descendemos de los monos como dice darwin sino de los pájaros, y ese deseo quema dentro necesitando vuelo, necesitando nubes.... yo quiero volar.... ojalá que vos sigas volando...jajaja
gracias gente buena.
abrazotes
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