miércoles, 13 de agosto de 2008

El totem

El jefe había decretado que las siguientes lunas serían dedicadas a celebrar las fiestas de la concordia. El calendario había sido fijado y el mandato acordado, un tótem de nueve brazos de altura se erigiría en medio de la tribu para el comienzo de la fiesta. El joven Maco, había sido elegido para realizar la pieza. Su padre le había enseñado a trabajar la madera, los secretos habían pasado de generación en generación. Ilustre 0ficio que regalaba a la tribu la posibilidad de rendir culto a los dioses ya que la tribu no conocía aun los metales.
Maco sabía distinguir árboles y resinas. Trabajaba la madera con la suavidad de un pétalo y la sencillez de la misma madera.
El tótem contaría con cuatro figuras, eso lo decretaba el mismo jefe de la tribu, pero correspondía a los ancianos determinar cuáles serían aquellas figuras junto al artesano que asentaría su impronta.
La tortuga sostenía la figura, porque recordaba su persistencia y tenacidad; el tiburón por su bravura y agresividad; el toro por su fuerza y el tero por ser el animal favorito de los niños de la tribu.
Uno de los ancianos frunció el seño en señal de desaprobación, el tero no es un animal apropiado para el tótem, deberíamos poner una lechuza que represente la sabiduría, hemos perdido el amor por la sabiduría, afirmó con firmeza.
Maco dibujaba en la tierra los bocetos posibles cuando estaba por concluir la figura del tero preguntó al viejo que era la sabiduría. Todos escucharon perplejos la exposición del viejo, hasta los niños que habían dejado de jugar y escuchaban escondidos detrás del matorral cercano al círculo. No podemos perder el amor por la sabiduría, repetía una y otra vez usando figuras cotidianas y diáfanas. De pronto los viejos sabios interrumpieron y comenzaron a discutir sobre el tema hasta que uno tomó el cuchillo y se lo clavó en el pecho de un solo golpe y sin grito.
No hubo lechuzas aquella noche en la aldea.
El joven Maco, se quedó pensativo a un costado del reguero de sangre.
El tótem de la concordia había perdido la razón.

4 comentarios:

Unknown dijo...

A vos como se te ocurren estas cosas?? La figura del totem como base de todo el texto es perfecta, sinceramente no se me hubiera ocurrido nunca.

Bueno, otro texto impresionante... dia a dia leer lo que escribes es satisfactorio. De hecho, no lo niego, estoy pendiente de cuando son las 23:01, para leer algo nuevo cada dia.

Gracias por lo que leo.

Salu2

Anónimo dijo...

Tú eres tan creativo, cada historia tiene más sentido, ahora demasiado repentina esa muerte... tu explicación tendrás.

Besos

Anónimo dijo...

Los viejos sabios, a veces, no son tan sabios o no quieren llegar a viejos?

Increible texto Humanista.

Besote

Anónimo dijo...

SI!

UN SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII a esto que acabo de leer!!

ME ENCANTO!

Bien Gonza!! segui asi muchacho!

Besos

Juanete!

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